¿Qué la crisis la paguen los capitalistas?: Una ilusión vacía, infantil … y antimarxista

Escrito por Jesús Valdez

1. El marxismo y la deuda pública

En una de sus principales obras, Carlos Marx nos explica a propósito del fenómeno de acumulación originaria, el génesis y desarrollo del mecanismo de endeudamiento público que pagamos las masas obreras, mismo que analizaremos a través de las crisis cíclicas del capitalismo.

La deuda pública se convierte en una de las palancas más potentes de la acumulación originaria. Es como una varita mágica que infunde virtud procreadora al dinero improductivo y lo convierte en capital sin exponerlo a los riesgos ni al esfuerzo que siempre lleva consigo la inversión industrial e incluso la usuraria. En realidad, los acreedores del Estado no entregan nada, pues la suma prestada se convierte en títulos de la deuda pública, fácilmente negociables, que siguen desempeñando en sus manos el mismísimo papel del dinero. Pero aún prescindiendo de la clase de rentistas ociosos que así se crea y de la riqueza improvisada que va a parar al regazo de los financieros que actúan de mediadores entre el Gobierno y el país la deuda pública, ha venido a dar impulso a las sociedades anónimas, al tráfico de efectos negociables de todo género, al agio; en una palabra, a la lotería de la bolsa y a la moderna bancocracia. Karl Marx, El capital, tomo I.

Durante los últimos meses y en especial a final del año 2008, comenzó a ponerse de moda entre la izquierda mexicana la consigna “que la crisis la paguen los capitalistas”, o bien su variante “que la crisis la paguen los ricos”. Esta ilusión propia de los doctores democráticos del sistema capitalista, hacen mella dentro de la izquierda mexicana dígase “trotskysta•, estalinista y de muchas otras vertientes.

2. La crisis del 29: Depreciación y crack financiero como consecuencia de la lujuria especulativa

El 24 de octubre de 1929, la bolsa de valores de los Estados Unidos mostró una de las peores caídas de su historia, a esta caída del mercado de valores se le conoce como el crack del 29, la cual lejos de ser un hecho fortuito, reflejó las múltiples contradicciones del sistema capitalista: Depreciación de las mercancías

El sistema colonial, la deuda pública, la montaña de impuestos, el proteccionismo, las guerras comerciales, etc., todos estos vástagos del verdadero periodo manufacturero se desarrollaron en proporciones gigantescas durante el periodo de infancia de la gran industria.Ibíd.

Marx explicaba a su vez, que cuando un capitalista productivo adquiere un capital dinerario suficiente emanado de la extracción de plusvalía a partir de procesos productivos industriales, da paso al capital bancario, que a su vez engendra al capital financiero; del capital bancario emana la especulación en la bolsa, bien para un capitalista suficientemente enriquecido a través de la extracción de plusvalía a partir de capital industrial, le es más fácil convertirse en capitalista bancario, financiero, y en el peor de los casos, como un ebrio durante una borrachera, pierde hasta los pantalones en un juego de baraja, de azar, es decir, en la bolsa de valores; semejante es la bancarrota de los capitalistas de 1929, como los de 2008-2009; pero como veremos más adelante, se trata de otra jugarreta digna de ladrones, es decir de quienes no viven del trabajo, sino de la apropiación del producto del trabajo de los demás, es decir, del resto de la sociedad.

"El sistema proteccionista fue un medio artificial para fabricar fabricantes, expropiar a los obreros independientes, capitalizar los medios de producción y de vida de la nación y abreviar violentamente el tránsito del modo antiguo al modo moderno de producción. Los Estados europeos se disputaron la patente de este invento y, una vez puestos al servicio de los acumuladores de plusvalía, abrumaron a su propio pueblo y a los extraños, para conseguir aquella finalidad, con la carga indirecta de los aranceles protectores, con el fardo directo de las primas de exportación, etc. En los países secundarios dependientes vecinos se exterminó violentamente toda la industria, como hizo por ejemplo Inglaterra con las manufacturas laneras en Irlanda. En el continente europeo, vino a simplificar notablemente este proceso el precedente de Colbert. Aquí, una parte del capital originario de los industriales sale directamente del erario público" Ibíd (http://www.marxists.org/espanol/m-e/1860s/eccx86s.htm).


El Gobierno estadounidense, encabezado por Herbert Hoover establece un control proteccionista sobre los precios de los productos agrícolas, las importaciones y exportaciones a nivel mundial se reducen bruscamente, en el caso de los E.U., pasan de 4.4 millones de dólares en 1929 a tan solo 1.5 millones de dólares en 1932, sus exportaciones bajan de 5.4 millones de dólares en 1929 a 2.1 millones en 1932. Los órganos del capitalismo mundial como el FMI siempre vociferan las bondades del libre mercado, sin embargo el mercado mundial es todo, menos libre, de hecho en tiempos de crisis el capitalismo siempre recurre al proteccionismo, al subsidio, y a la planificación de la economía para salvar a los empresarios. Esto lo veremos en los próximos años consecutivos a 2008 alrededor del mundo, a excepción que serán sólo las grandes potencias económicas quienes llevaran a cabo este programa de economía planificada. Si el sistema de “libre mercado” es la alternativa a la crisis en los países semi-coloniales como México ¿por qué no aplican estas medidas las potencias imperialistas, por principio de cuentas el “libre mercado” es un engaño contra los trabajadores y los pequeños empresarios, pues sabemos que son sólo los grandes monopolios quienes dominan el mercado mundial, y son sólo ellos quienes pueden reducir sus precios a partir de implementar adelantos tecnológicos que ayuden a reducir el costo de producción de sus mercancías.

Continuará ...